Indagaciones híbridas del presente y del futuro ¿cuáles son las posibilidades?

16 de marzo 2022 Mesa de diálogo 11:45 Sala Carlos Chávez, CCU

Esta charla indaga sobre el significado de lo “híbrido” en nuestras prácticas como programadores, exhibidores, mediadores y gestores del audiovisual. ¿Cómo experimentamos lo “híbrido” en nuestro quehacer? ¿Cuáles son los retos? ¿Cómo se relacionan los públicos con estas posibilidades y qué impacto genera en las prácticas de consumo? ¿Qué nuevos campos podemos explorar?

Participantes:

Gerwin Tamsma – Programador senior del Festival Internacional de Cine de Rotterdam

Cintia Gil – Jurado oficial FICUNAM

Julia Duarte – Cofundadora de spamflix.com

Rafael Sampaio – Director de BRLab y Klaxon Cultura Audivisual

Paulina Suárez – Directora de Ambulante

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Resumen:

"Indagaciones Híbridas" - Un diálogo en el seminario

Bajo el título "Indagaciones Híbridas", se congregó una mesa de reflexión para diseccionar un término que ha marcado la era postpandemia: lo híbrido. Moderada por Paulina Suárez de Ambulante, el panel reunió a Juliá Duarte (SPAMFLIX), Rafa Sampaio (BRLab), Cynthia Hill (ex-directora de DocLisboa) y Gerwin Tamsma (Festival de Rotterdam).

La conversación comenzó en un terreno personal, reconociendo cómo la pandemia colapsó la vida profesional y la íntima. Julia Duarte compartió su "mutación personal" de mujer a madre, un paralelo perfecto con la transformación digital que vivió su plataforma, SPAMFLIX, justo al inicio del confinamiento. Rafa Sampaio, desde Brasil, habló del encierro, la adopción de un gato y la paradoja de recibir una avalancha de proyectos mientras la distribución de su propia película se volvía "huérfana" de festivales.

Cynthia Hill, con la experiencia de haber dirigido un festival en Sheffield (Reino Unido) desde su salón en Lisboa, introdujo un tema crucial: la vulnerabilidad. "De repente se podía decir: 'no estoy bien, estoy frágil'", señaló, destacando cómo la crisis sanitaria humanizó una industria acostumbrada a proyectar fortaleza. Su relato sobre organizar proyecciones para apenas cuatro personas, donde cada conversación con el público se volvía profundamente significativa, pintó un cuadro de la búsqueda desesperada y genuina de comunidad.

El debate pronto viró hacia la tensión central: ¿cómo se redefine la experiencia cinematográfica cuando lo presencial y lo digital se entrelazan? Gerwin Tamsma, desde Rotterdam, reflexionó sobre la pérdida. "Aún no sabemos cuáles fueron las cosas que se perdieron en el proceso", admitió, añorando los encuentros fortuitos y la energía única de la sala física.

Frente a esto, surgió la oportunidad. Rafa destacó cómo lo digital rompió barreras de privilegio, permitiendo que personas en la periferia accedieran por primera vez a contenidos de festivales como Cannes. Cynthia narró un experimento brillante: una radio online creada para el festival que generaba fricciones y conexiones conceptuales con las películas, un espacio de comunidad y pensamiento que trascendía la geografía.

Paulina Suárez lanzó entonces la pregunta del millón: ¿estamos simplemente trasladando lo físico a lo digital, o estamos creando algo radicalmente nuevo? La respuesta fue unánime: hay que "descolonizar" el imaginario digital, dominado por las experiencias homogéneas de Netflix y TikTok. Julia abogó por defender espacios independientes en la red, mientras Cynthia propuso formatos como los podcasts o los study groups online para construir comunidades de diálogo profundo en torno al cine.

La audiencia enriqueció el debate con preguntas incisivas: ¿cómo fomentar la palabra y el diálogo en un espacio digital que tiende al aislamiento? ¿Quién sustenta económicamente este futuro híbrido, especialmente en contextos autoritarios o precarios? Cynthia Hill fue contundente: sin políticas públicas que protejan al cine independiente, no hay sostenibilidad posible. La conversación cerró con una reflexión sobre el tiempo: cómo la experiencia digital fragmentada (ver una película en pausas a lo largo de una semana) transforma para siempre nuestra relación con las obras.

El panel no llegó a una conclusión definitiva, pero sí dejó claro que lo híbrido no es una moda, sino un campo de batalla y experimentación. Es un espacio donde se juega el futuro del acceso, la comunidad y la propia relevancia del cine como arte compartido. La osadía (el origen griego de híbrido) está en abrazar esta complejidad sin perder de vista la magia irremplazable de la sala oscura.