Panoramas actuales. Piezas para armar un rompecabezas pospandémico

event, EVE.2022.02.01

16 marzo 2022 10:00 Sala Carlos Chávez CCU

Conferencia por: Doctor Guido Lara

Consultor en comunicación e investigación cualitativa

Una conversación sobre diversas tendencias culturales, económicas, políticas, comerciales y mercadológicas que pueden tomarse en cuenta para nutrir el debate necesario para lograr una constelación donde más personas puedan disfrutar más y mejores películas.

Resumen de la Conferencia: "Panoramas actuales, piezas para armar un rompecabezas pospandémico" por Guido Lara

Bajo el título "Panoramas actuales, piezas para armar un rompecabezas pospandémico", Guido Lara, fundador de la consultora LEXIA, tomó la palabra en el Seminario El Público del Futuro para trazar un mapa del turbulento paisaje audiovisual que define nuestra era. Con la agudeza de quien estudia el comportamiento social, Lara abrió su intervención estableciendo una contradicción fundamental de nuestro tiempo: un mundo de extremos donde la riqueza se concentra en pocas manos mientras el acceso a la información se expande de manera imparable.

Con gráficas proyectadas como testigos, mostró cómo la gran mutación de nuestra época –la digital– se aceleró brutalmente con la pandemia. Netflix, TikTok y los smartphones han reconfigurado en un suspiro los hábitos de consumo. Nos enfrentamos, dijo, a una explosión de pantallas y a una guerra diaria por un recurso cada vez más escaso: la atención del espectador, que ahora revisa su teléfono 58 veces al día en sesiones mayoritariamente inferiores a dos minutos.

Frente a este nuevo ecosistema, el cine tradicional se encuentra en una encrucijada. Lara no eludió los datos crudos: las grandes plataformas ya generaban más ingresos que la taquilla mundial global antes de la pandemia, y el confinamiento no hizo más que ahondar esta brecha. La lógica comercial de Hollywood, obsesionada con las sagas y franquicias que ofrecen la tranquilidad de lo familiar, deja poco oxígeno para la originalidad. Mientras, las salas de cine, otrora catedrales del espectáculo, lidian con un público que ha redescubierto su hogar como un centro polivalente de trabajo, ocio y consumo.

Sin embargo, el mensaje de Lara no fue un canto fúnebre, sino una hoja de ruta. Frente a la tentación de polarizar –de demonizar lo comercial o de desdeñar lo digital–, propuso una tercera vía: la sabiduría de articular modelos híbridos. Puso como ejemplo a MUBI, un servicio que actúa como curador global, encontrando para joyas cinematográficas marginales a su público disperso por el mundo, por pequeño que sea.

Su receta para conectar con los públicos del futuro pasó por un cambio de mentalidad: abandonar el marketing de mensajes racionales por uno que construya asociaciones emocionales y presencia constante. Subrayó, con vehemencia, la necesidad de defender la experiencia comunitaria, el ritual de la sala oscura, como un antídoto vital contra la "comunicación sin comunidad" que predomina en las redes.

En su conclusión, Guido Lara, ante un auditorio de gestores, programadores y amantes del cine, lanzó un llamamiento final: la supervivencia y relevancia del cine en el futuro dependerá de su capacidad para contar historias poderosas que "ganen la guerra" contra la homogenización y la polarización. La clave, insistió, no está en elegir entre la tradición y la innovación, sino en abrazar ambas con inteligencia, ofreciendo a un público sobresaturado de contenido, la belleza, la emoción y el sentido de pertenencia que solo el cine puede proporcionar.